No hay que esperar que aparezca algún problema para consultar al médico. Muchas enfermedades pueden ser prevenidas antes de que se manifiesten. Además, el pediatra te va a ayudar en la crianza, te va a aclarar las dudas y, por sobre todo, vas a tener con quien compartir tus preocupaciones y angustias. Los controles de salud se recomiendan a partir de la semana en que vos y tu bebé se retiran de la maternidad y durante el primer año de vida, es importante que lo lleves al pediatra todos los meses.
Los controles de salud
en los niños


Las visitas periódicas al pediatra para que supervise el estado general de salud y el crecimiento y la maduración de tus hijos son muy importantes para que los chicos crezcan sanos y fuertes.
¿Qué va a hacer el pediatra en esas consultas?

• Le realizará a tu hijo un examen físico completo revisando las distintas
partes de su cuerpo (corazón, pulmones, genitales), la visión y la audición.
• Lo pesará y medirá la comparación de los resultados obtenidos con unas
gráficas que se llaman percentilos para asegurar que todo está dentro de lo normal.
• Te va a explicar cuestiones vinculadas con la comida, el sueño, el baño, la crianza,
la prevención de accidentes y todos los interrogantes que te surjan.
• Te va a escuchar y te va a ayudar a resolver los problemas que a todas las mamás se les presentan.
Es es importante que lleves las preguntas por escrito para no olvidar ninguna durante la consulta.
• Te va indicar las vacunas necesarias de acuerdo a la edad.
¿Pueden estar presentes otros miembros de la familia en la consulta ?

Sí. El pediatra no va a tener inconveniente de charlar con toda la familia.
Muchas veces está bueno que estén todos presentes para aclarar dudas sobre la crianza.
La importancia de dar la teta:

No te olvides que la mejor alimentación para tu bebé es la leche materna. La inmensa mayoría de los bebés no necesitan otro alimento, ni ningún otro tipo de leches para crecer sanos y fuertes. Tu pediatra te va a avisar cuando sea conveniente agregar otras comidas o infusiones
Pequeños cuidados
en invierno


En el invierno la familia pasa mucho más tiempo dentro del hogar, las ventanas suelen estar cerradas y los ambientes calefaccionados. Estar abrigados es muy importante pero cuidar el aire que respiramos también. Por eso, a pesar del frío, en los meses de invierno hay que recordar:
• No fumar nunca adentro de la casa.
• Evitar el humo de la leña.
• Revisar frecuentemente la salida de estufas y calefones a gas.
• Ventilar siempre las habitaciones donde hay brasas o una llama porque producen un gas tóxico y peligroso: el monóxido de carbono.
• Cuidar la casa de la humedad impidiendo que se junte vapor en los ambientes para que no se desarrollen las bacterias y hongos.
• Evitar la aplicación de insecticidas en aerosol.
• Evitar el contacto de los niños con personas afectadas por infecciones respiratorias.
• Lavarse frecuentemente las manos. Sobre todo después de ir al baño.
• Cubrirse siempre la boca al toser o estornudar con un pañuelo descartable o con el pliegue del codo para evitar contagiar a otros.
Pequeños cuidados
en verano


El verano es hermoso. Podemos jugar todo el día hasta cansarnos. No hay escuela, amanece más temprano y anoche más tarde. Para disfrutar a pleno el calor y las vacaciones es muy importante:
CUIDARTE DEL SOL

• Evitar el sol directo entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde.
• Evitar la exposición directa al sol de los niños menores de un año. Si hay que salir protegerlos con gorra y pantalla solar.
• Ofrecer líquidos más frecuentemente para mantener una adecuada hidratación.
• Optar por ropa clara y holgada.
• No olvidar nunca llevar gorra, sombrero, capelina o lo que más te guste para evitar el sol directo en la cabeza.
• Siempre usar protector solar, con factor de protección de 50 o más.
• Observar la propia sombra: si es corta o no se ve, significa que es pleno mediodía.

¡Resguardate del sol!
ALIMENTARTE EN FORMA SEGURA

• Alimentar a tu bebé exclusivamente con leche materna. Es la mejor manera de prevenir la diarrea en los recién nacidos.
• Usar agua potable de red. Si no hay o se tienen dudas, agregarle 2 gotas de lavandina por litro de agua o hervirla de 2 a 3 minutos.
• Carnes rojas, aves y pescados son seguros cuando son de frigorífico o de origen conocido. La leche líquida es segura cuando fue pasteurizada. La leche en polvo es segura cuando se la diluye con agua potable.
• Mantener limpio todo lo que se usa para cocinar y comer. Desinfectar con agua y lavandina muebles, cubiertos, tablas y trapos rejilla.
• Donde se guardan los alimentos no hay que guardar ninguna otra cosa (productos de limpieza, insecticidas, etc.).
• Siempre separar lo crudo de lo cocido. Por ejemplo: si se corta un pollo cocido en la misma tabla y con los mismos cubiertos con los que antes se lo cortó en crudo, puede quedar tan contaminado como antes de cocinarlo.
•Cocinar completamente los alimentos: Cocine bien los alimentos crudos y recaliente bien los cocinados (al menos, durante 10 minutos).
• La carne debe cocinarse hasta que no esté rosada en el centro.
• Los alimentos freezados deben descongelarse dentro de la heladera. Nunca volver a congelar un alimento una vez descongelado.
• Consumir los alimentos recién cocinados. Cuando los alimentos cocidos se enfrían a la temperatura ambiente, los microbios empiezan a multiplicarse. Cuanto más tiempo pasa, mayor es el riesgo.
• Si no hay heladera, lo mejor es preparar la cantidad justa que se va a comer y no guardar sobras.
• Lavarse bien las manos con agua y jabón. Especialmente antes de comer y de cocinar, después de ir al baño y luego de cambiar los pañales o higienizar la cola de los niños.
• Lavar bien las frutas y verduras antes de consumirlas.
ESTAR ALERTA ANTE DIARREAS

• Las diarreas son más frecuentes en verano debido al clima que favorece la diseminación de las bacterias que las provocan. Las altas temperaturas aumentan también el riesgo de deshidratación.
• La diarrea puede ser grave en bebés menores de un año. En ese caso hay que consultar al médico.
• Los síntomas a tener en cuenta son: tiene más sed que de costumbre, llora sin lágrimas, tiene la boca seca o hace poco pis, tiene los ojos hundidos, tiene vómitos o hace caca muy seguido, está irritable, decaído, no quiere beber o tiene fiebre, la caca tiene moco o sangre.
• En cualquiera de estos casos, es importante acudir sin demora al centro de salud más cercano. Allí encontrará atención y medicamentos gratis.
• Ofrecer líquidos más frecuentemente para mantener una adecuada hidratación. capelina o lo que más te guste para evitar el sol directo en la cabeza.
• Siempre usar protector solar, con factor de protección de 15 o más.
• Observar la propia sombra: si es corta o no se ve, significa que es pleno mediodía.

¡Resguardate del sol!
CUIDARTE EN EL AGUA

En la pileta, en el río o en el mar, es importante tener los siguientes cuidados.
• Siempre debe haber un adulto que sepa nadar para cuidar a los niños.
• Los chicos nunca deben jugar o sumergirse en aguas no autorizadas o desconocidas.
• Deben aprender a nadar lo antes posible, y a respetar las señales de peligro.
• Recordar que los más chicos pueden ahogarse en poca agua y en pocos minutos.
• En las piletas al aire libre, siempre usar filtro solar en crema, con un factor de protección de 15 o más. Es importante reponerlo cada 2 horas y al salir del agua.
• Hay que cambiar el agua de la pileta frecuentemente y agregar cloro. El cloro destruye los gérmenes que ocasionan las infecciones transmitidas por el agua.
• Evitar tragar agua.
• Evitar bañarse si se tiene diarrea, especialmente los más chicos.
• Nunca bañarse en agua estancada.
UNA CASA SEGURA

• Un adulto siempre debe supervisar al niño dentro del hogar. A pesar de que no lo parezca, la casa es un lugar potencialmente peligroso para un niño solo. Cualquier espacio puede representar un riesgo, pero hay que tener particular cuidado en la cocina y el baño.
• En la mesada no debe haber objetos cortantes: cuchillos, objetos de vidrio.
• Utilizar las hornallas más alejadas y orientar los mangos o manijas de las ollas y sartenes hacia adentro cuando se cocina.
• No dejar elementos peligrosos o cortantes en cajones o estantes al alcance de los chicos.
• Siempre cerrar la llave de gas cuando no se use.
• Los productos de limpieza y otros productos tóxicos deben estar guardados en lugares a los que los niños no puedan acceder.
• Proteger los enchufes con tapas aislantes.
• Desconectar los aparatos eléctricos cuando no se usen.
En el baño:

• No dejar nunca a un bebé o niño solo en la bañera ni en la ducha.
• Tener a mano todos los elementos de higiene antes de iniciar el baño.
• Controlar la temperatura del agua de la bañera para asegurarse de que no esté muy caliente.
• Colocar antideslizantes para evitar resbalones.
• Cuidar que las instalaciones eléctricas sean seguras y estén fuera del alcance de los niños.
• No dejar medicamentos ni sustancias tóxicas al alcance de los niños.
• Mantener el piso seco.
Bebés y niños en la casa:

• Los bebés y niños nunca deben quedar al cuidado de otro menor de edad.
• Evitar tener al bebé en brazos o a upa al mismo tiempo que se toma una bebida caliente.
• No permitir que el bebé juegue con juguetes u objetos pequeños, bolsas de plástico o sogas.
• Nunca dar a un bebé la mamadera acostado o sin la supervisión de un adulto.