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El abordaje de estas patologías requiere diagnóstico prenatal, seguimiento interdisciplinario y técnicas de alta complejidad. Dos pacientes pediátricos fueron intervenidos hoy exitosamente.

El Hospital Garrahan continúa consolidando su rol como centro de referencia nacional e internacional en el tratamiento de patologías neurovasculares complejas en niños. En el día de hoy, se abordaron con éxito dos casos de malformaciones arteriovenosas cerebrales congénitas, una condición poco frecuente y de alta gravedad que requiere un abordaje multidisciplinario y especializado desde etapas muy tempranas de la vida.

Entre las malformaciones de este tipo, la más frecuente es la malformación aneurismática de la vena de Galeno (MAVG), que aunque es poco común, puede tener consecuencias severas si no se trata a tiempo. Aunque el defecto se origina en el primer trimestre de la gestación, el diagnóstico suele hacerse mediante ecografías durante la segunda mitad del segundo trimestre o en el tercer trimestre del embarazo.

Estas malformaciones generan conexiones anómalas entre arterias y venas del cerebro, que no deberían existir, lo que puede derivar en insuficiencia cardíaca grave o alteraciones en el sistema de líquido cefalorraquídeo, con riesgo de daño cerebral irreversible. En niños mayores, puede producir convulsiones, hemorragias intracraneanas y deterioro cognitivo.

“En estos casos, el diagnóstico suele realizarse durante el embarazo, por lo que es fundamental un entorno asistencial preparado para el acompañamiento integral de la madre y del recién nacido”, explicó el Dr. Flavio Requejo, jefe del servicio de Neurorradiología del hospital. El Garrahan cuenta con equipos especializados en diagnóstico prenatal, obstetricia, neonatología, cuidados intensivos pediátricos y cirugía de alta complejidad, lo que permite abordar estos cuadros desde una perspectiva integral.

El tratamiento se realiza mediante técnicas endovasculares mínimamente invasivas, que permiten acceder al cerebro a través de las arterias y/o venas. Consiste en ocluir progresivamente las fístulas arteriovenosas —las conexiones anómalas— para aliviar los síntomas. No se trata de un procedimiento único, sino que requiere seguimiento a largo plazo y planificación por etapas, que puede extenderse durante varios años.

En el día de hoy, fueron tratados dos pacientes pediátricos: uno de ellos ya se encontraba bajo tratamiento en el hospital, y el otro fue derivado recientemente. Las intervenciones fueron realizadas por el equipo liderado por el Dr. Requejo, junto a una médica becaria argentina, un fellow extranjero y el equipo interdisciplinario que incluye anestesiólogos, radiólogos, enfermeros y auxiliares de servicio en el marco de las actividades formativas y de cooperación internacional que promueve el Garrahan.

Estas prácticas reafirman la excelencia del Hospital Garrahan en el tratamiento de enfermedades neurológicas complejas, así como su compromiso con la formación de profesionales especializados y el acceso a la medicina de alta complejidad en el sistema de salud.