El método de control para la desinfección de endoscopios flexibles que emplea el Garrahan fue reconocido en un congreso panamericano de disciplina realizado en junio en Perú. La práctica disminuye las probabilidades de transferencia de microorganismos en los procedimientos.
El área de Esterilización del Hospital Garrahan recibió el primer premio por su trabajo acerca del método de control de calidad sobre el reprocesamiento de los endoscopios flexibles, en el marco del XIII Congreso Panamericano de Esterilización Hospitalaria que se realizó en Lima, Perú, entre el 11 y el 14 de junio de este año.
Bajo el título “Vigilancia microbiológica del reprocesamiento de endoscopios flexibles. Desarrollo y aplicación de un dispositivo de desafío de proceso”, la investigación se centra en la detección de posibles contaminaciones persistentes, aporta calidad en la atención de los pacientes y aumenta la seguridad al reducir la contaminación cruzada.
“Para el área, este premio es un reconocimiento a nuestro trabajo profesional. El protocolo de vigilancia microbiológica se elaboró en base a estándares técnicos nacionales e internacionales que garantizan la calidad para las endoscopías digestivas y respiratorias que se efectúan en nuestro Hospital”, indicó la farmacéutica especialista Valeria Bonada, jefa del área de Esterilización.
Un endoscopio flexible es un dispositivo médico diseñado para explorar el interior del cuerpo humano a través de orificios naturales, se trata de un tubo largo, delgado y flexible con una cámara y una fuente de luz en su extremo. Permite visualizar en tiempo real determinados órganos y es usado según el caso para el diagnóstico y tratamiento de diferentes patologías, por ejemplo, digestivas o respiratorias. El dispositivo es procesado diariamente por el área de Esterilización.
“Se debe verificar que los endoscopios flexibles estén correctamente procesados antes del uso para controlar el riesgo de contaminación cruzada”, explicó el farmacéutico Lucas Ruiz. Agregó que “el control microbiológico suma calidad a la atención asistencial y aumenta la seguridad del paciente ya que disminuye la probabilidad de la transferencia de microorganismos, alcanzado estándares internacionales”.
Además de Bonada y Ruiz, los autores fueron Graciela Starchuck, Matías Kanneman —farmacéuticos de Esterilización del Garrahan— y Laura Friedman, docente de la cátedra de Microbiología de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires.